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Como decíamos anteriormente, el método Aeda es una integración de diferentes estrategias validadas científicamente y puestas a prueba empíricamente a lo largo de décadas. Se articula en base a 6 aspectos fundamentales:

1. Se trata de una intervención gestáltica en la cual el tratamiento del paciente es tan importante como el de la familia. Ambos tienen sus objetivos terapéuticos, sus metas de cambio y su responsabilidad en el resultado final.
2. En cuanto a la evolución temporal del tratamiento, el método consiste en un proceso terapéutico estructurado en 3 etapas, como se describe con detalle en el capítulo 7. Esta decisión se debe a la consideración de que la persona atraviesa diferentes momentos tanto cognitivos como emocionales a medida que la sustancia psicoactiva o el hábito adictivo dejan de estar presentes en su organismo y/o en su realidad.
3. Parte de la hipótesis de que toda adicción está causada por un problema previo del paciente. Habitualmente, como ya mencionábamos, se trata de un problema relacionado con la dependencia emocional, por lo tanto, la identificación y tratamiento de dicho problema será clave para el éxito terapéutico.
4. Es fundamental la creación (cuando no lo hay) de un plan de vida del paciente. Pero ese plan de vida no solo puede consistir en la adquisición de una actividad para la ocupación del tiempo libre o de una red social sana, como habitualmente se propone en la mayoría de las metodologías. Por el contrario, nos referimos a un verdadero objetivo trascendental, a una expectativa motivacional lo suficientemente potente como para que arrastre a la persona fuera del entorno social disruptivo y de los hábitos de consumo. Se trata, expresado en base a la teoría Maslow, de una necesidad de alto nivel, una sublimación, algo más grande que la propia persona, que le permite consagrarse a una tarea que considera trascendental y, por este medio, enfocar su vida.

5. Al tratarse de un método integrador, recurre a la entrevista motivacional para definir el tono o el espíritu de la relación con el paciente, al Modelo transteórico del cambio de Prochaska y Diclemente, para comprender la evolución de éste antes, durante y después del tratamiento. Emplea estrategias del mindfulness para ayudarlo a reducir sus niveles de ansiedad causados tanto por el síndrome de abstinencia, como el problema previo que generó el inicio de su adicción. Y finalmente, se sirve de la Arquitectura de las emociones para identificar el sustrato profundo del tejido emocional del sujeto, y sanarlo.
6. El método Aeda pretende ser, por encima de todo, científico. Por ello se apoya en los resultados diarios de los estudios más rigurosos que se llevan a cabo en torno a las conductas adictivas.

Todos estos aspectos se desarrollarán en profundidad más adelante.