La codependencia emocional

Se refiere a la alteración afectiva que sufre una persona hacia otra que a su vez padece una adicción. Los individuos codependientes suelen necesitar una pareja de forma constante, no toleran la soledad, tienen baja autoestima (que provoca una necesidad de aprobación constante por parte de los demás, así como un gran temor al rechazo social), y también presentan comúnmente dificultad para decir «No», anteponiendo, una y otra vez, los deseos y necesidades de los demás a los propios.

La codependencia puede presentarse en cualquier persona que está en contacto con la adicción de otra persona, ya sea un familiar, amigo o compañero. Pero lo más frecuente es encontrarla en la propia pareja de la persona adicta.

En ocasiones, la persona que desarrolla codependencia emocional ha crecido en una familia disfuncional, algunos de cuyos miembros presentaban problemas de alcoholismo, abusos sexuales, malos tratos o violencia de género. En este entorno se transfieren los conflictos familiares no reconocidos ni enfrentados y, por tanto, no resueltos. Así, en la etapa adulta tratará de resolverlos una y otra vez escogiendo a personas problemáticas con el objeto de “arreglarles” la vida.

Este mecanismo sólo contribuye a que la persona codependiente centre toda su atención en ayudar a su pareja y no a sí misma, con lo que su alteración permanece. Por otra parte, es probable que la pareja no tenga el menor interés en ser “arreglada”.

Otro hecho significativo es que la propia conducta del codependiente promueve el avance del proceso adictivo de su pareja. Es lo que los psicólogos llaman «facilitación», y existen diversas formas de hacerlo que oscilan entre la colaboración y la agresión. Los codependientes no pueden darse cuenta de que están facilitando el problema, en parte por la negación y en parte porque están convencidos de que su conducta agresiva está justificada, debido a que están «ayudando» a que el adicto no se deteriore más, y a que la familia no se desintegre.

Por último, mencionar algunas dificultades a la hora de que este problema pueda ser diagnosticado correctamente: Algunas personas codependientes acuden en busca de ayuda médica, pero, por vergüenza u otros motivos, no mencionan el problema de la adicción de su pareja, por lo que los profesionales de salud encargados de hacer el diagnóstico terminan etiquetándolo como «depresión», o simplemente «estrés». Por eso es muy importante que se pueda realizar el diagnóstico correcto para que la familia reciba la ayuda apropiada, y contribuir así a una mejor gestión de la codependencia y la adicción.

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