Tanto la marihuana como el hachís se extraen de la planta Cannabis sativa. Siendo la sustancia ilegal más consumida en el mundo, es el caso más frecuente de consulta en los centros de desintoxicación.
La anormalidad conductual más evidente mostrada por un sujeto bajo la influencia de la marihuana es la dificultad para mantener una conversación inteligente, quizás por causa de una incapacidad para recordar lo que se acaba de decir incluso unas pocas palabras antes.
Otro efecto característico de su consumo es la distorsión del sentido del paso del tiempo, asociado con profundos déficits en la memoria y en el aprendizaje a corto plazo. En consecuencia, se pierde el estado de alerta, la coordinación y el juicio que se requieren para las tareas complejas tales como conducir o el desempeño de trabajos con herramientas complejas.
El consumo de marihuana provoca sensación de bienestar (euforia), un estado somnoliento de relax, calma y apatía, con un sentimiento de desconexión del mundo habitual: «Los pensamientos divagan fuera de control. Al consumidor le parecen graciosas cosas que no resultan especialmente divertidas para el observador.”
Las personas que consumen marihuana de forma continuada presentan, frecuentemente, unos efectos a largo plazo que se caracterizan por:
¿Cómo puedo ayudar a una persona que tiene una adicción?
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